16 de enero de 2009

Bestiarios.org

El 10 de septiembre de 2005, conmovida tras ver la película Las tortugas también vuelan, sentí la necesidad de expresar las emociones e ideas que me había provocado. Rodeada de buenos amigos que ya tenían blog desde hacía años, El oyente y Periodistas en guerra entre otros, intuí que éste podría ser una buena ventana para comunicar mis pensamientos, opiniones y emociones.

Y lo comencé con este texto inspirado en la película:

Las tortugas también vuelan

Pese al peso de los muertos,
pese a los remordimientos sin dientes,
pese a la paz del fin de la tragedia,
pese a los muertos de las muertes de la posguerra
pese a la esperanza que pisa minas,
pese a la ventisca con la que juega la conciencia,
pese a las hondonadas que acercan al cielo,
pese a los por qué que se diluyen en la boca,
pese a las balas que agujerean cometas,
pese a los zapatos que dejan sentir la tierra,
pese al genocidio de la niñez,
pese al cinismo que se hunde en estas teclas,
pese a la huida del refugio cínico.
Pese a los que ahogan las tortugas en sus propias charcas.


Hoy, tres años después, Bestiarios se muda de plataforma y se convierte en Bestiarios.org. ¿Por qué? Simplemente, por las posibilidades de maquetación y herramientas que wordpress ofrece.

Bestiarios seguirá siendo lo que ha sido hasta hoy: un medio que habla sobre resistencia, periodismo, cultura, responsabilidad ciudadana y la alegría.

Os espero en mi nuevo Bestiarios.

Israel nos tiene secuestrados

La sevillana María Velasco, quien vive en la Franja de Gaza junto a su familia, clama desesperada para que el gobierno español la saque de esta ratonera y denuncia el uso de fósforo blanco. Espeluznante.




Aquí puedes leer su blog Anhelos del pasado

13 de enero de 2009

12 de enero de 2009

Llamada de emergencia del Comité Español de la UNRWA






Acaba de llegarme esta llamada de emergencia del Comité Español de la UNRWA:

Después de tres semanas de continuos ataques del Ejercito Israelí y la incursión terrestre desde el pasado 03 de enero, la situación de los refugiados/as en Gaza es insostenible, y la crisis humanitaria alcanza proporciones de catástrofe.

Es por ello que el Comité Español de la UNRWA reitera la necesidad urgente de ayuda para que la UNRWA pueda implementar sus programas de emergencia para lo cual ha puesto en marcha una llamada de emergencia para todos aquellos que quieran colaborar con la población refugiada de Palestina en Gaza:

Si quieres ayudarnos, haz tu donativo en:

La Caixa

2100 2262 11 0200285633

O hazte socio del Comité para colaborar en esta y otras emergencias de los refugiados de Palestina

Para más información:

Email: info@unrwace.org

Tel: 902 999 125

11 de enero de 2009

La ola


La Ola, Dennis Gansel (2008)

La Ola
parte con la ventaja de ser ese tipo de película que agradecemos se hagan. Pero también con la desventaja de una cierta predisposición para que nos chirríe a la mínima cuando su carácter pedagógico, memorístico e,incluso, de revulsivo social tienda al maniqueísmo. Sin embargo, La Ola consigue compensar cierta previsibilidad con un elemento evidente: el hecho de que muchos creamos que el argumento de esta película es absolutamente posible -de hecho, hasta cierto punto está basada en hechos reales-. Y que, por otro lado, la narración, la definición de los personajes así como los tiempos son tan contundentes que más que una película aparece ante el espectador como lo que fue, un experimento sociológico que en la ficción dura cinco días, en la vida del espectador ante la pantalla, una hora y media, y tras los créditos, la certeza de la obligación de recapacitar largo y tendido para crearse una opinión sobre la película y los hechos que relata. La mía: una realización y fotografía buena, un tema necesario y una película recomendable.

Israel no quiere testigos

Con unos días de retraso encuentro este claro post de Guerra Eterna:




Y por eso el Gobierno israelí no ha permitido a los periodistas extranjeros entrar en Gaza desde el inicio de los bombardeos. No quieren testigos "antisemitas".

La censura y la intimidación están funcionando a toda máquina. Hasta hace unos días, políticos y militares israelíes estaban bastante contentos con la cobertura periodística de la crisis. ¿Quién puede quejarse cuando tienes hasta a The New York Times a tu servicio?

[La viñeta es de Vergara.]

8 de enero de 2009

Debería...

Naranjas cada vez que te levantas

"Debería exprimir naranjas cada vez que te levantas.
Debería gritar tu nombre a cada paso,
amarrarme a tu espalda cuando inicias el vuelo,
ceñir mis pestañeos al temblor de tus párpados;
debería vivir con tus uñas colgando de mis dedos,
con tus ojos guardados cada uno en un bolsillo,
con tu lengua en mi boca, tus pies en mis zapatos,
tucorazón temblando en mitad de mi pecho.
Debería amoldar a tus sueños mi almohada,
celebrar tus descensos como si fueran fiestas,

trazar con una luz en la pared las letras de tu nombre.
Debería dar gracias a Dios por cada leve
acuerdo de tu tacto; debería
desgarrar el pan duro, amasar tus dilemas,
resolver ser feliz cada vez que regresas a la casa.
Con solo verte cerca, debería abdicar de la tristeza.

Y, en vez de eso, me da como bien sabes,
por corregirte el vuelo o romperte las alas.

Debería dejar que me dejaras solo y que volaras
con alguien que exprimiera, a los pies de tu cama,
naranjas cada vez que te levantas."


Julio Rodríguez

Ellas hablaron y la justicia calló

La violación como tortura en la justicia universal. Esta es la nueva batalla en la que está trabajando el equipo de Womens Link World Wide. Las conocí hace un mes en Madrid y me impresionó enormemente la gran labor que están desarrollando. Se trata de una ONG internacional de Derechos Humanos que tiene como fin la equidad de género.

Prueba de ello, es este video, "Violación como Tortura en la Justicia Universal", un corto documental sobre el llamado Caso Atenco, incidente en el que más de 200 personas fueron detenidas por la policía mexicana. Entre ellas estaba Cristina Valls, ciudadana española, quien, como las demás mujeres detenidas, fue sujeta a violación y otras formas de tortura. El 25 de enero de 2008 Women’s Link interpuso una querella contra las autoridades mexicanas ante la Audiencia Nacional española, invocando el principio de justicia universal.


Violación como Tortura en la Justicia Universal from Women's Link Worldwide on Vimeo.


La violencia, en todas sus formas, ejercida contra la mujer en los conflictos ha sido entendida hasta hoy como daños colaterales, por lo que nunca se ha denunciado, juzgado ni castigado. Y la violación, una de sus más deplorables manifestaciones, ha sido siempre un tema a olvidar, sobre todo porque raramente alguno de los bandos se encontraba limpio de estos delitos. Sin embargo, hay una diferencia clara entre los hechos aislados cometidos por individuos, a los que siempre deberá juzgarse, y aquellos cometidos como un arma de guerra más, aceptada o, incluso, organizada por los superiores. Este fue el caso en Bosnia, en Guatemala y en decenas de conflictos que aún hoy siguen sin juzgar la violación como delito de guerra, o como tortura en aquellos casos como el que denuncia Womens Link World Wide en San Atenco, en México. El que una de las víctimas fuese española ha permitido que, frente al criminal silencio de las autoridades mexicanas, sea la Justicia Universal la que defienda a todas aquellas personas de las que, como se dice en el video, nunca temieron una denuncia porque daban por hecho que la violación es un caso vergonzoso y que, por tanto, guardarían silencio.

No fue así. Ellas hablaron y la justicia calló.

7 de enero de 2009

Hoy me vuelvo loca un ratito a lo Martín Romaña


    Hoy, a ratitos, el corazón me late muy deprisa o muy despacio. A rachas, suspiro o me olvido de respirar. Me he puesto el enorme abrigo azul Chef Chaouen y me abandono en la hondonada de mi cama y me vuelvo loca un rato a lo Martín Romaña. Hoy, me prescribo enajenación voluntaria.


    Hoy hace un frío que no lo abriga ni todos los abrazos en los que me refugio a falta de chimenea. Hoy ya no graniza en Gijón, pero me siguen atravesando las balas que asesinan la esperanza. 


      Hoy necesito una Octavia de Cádiz que me devuelva a la vida. La tormenta que anuncia la cercanía de la calma. 


      Todo siguen en stand by. 



       P.D.: Ayer terminé La vida exagerada de Martín Romaña, de Bryce Echenique, por tercera vez. Curiosamente también son tres veces las que compré este libro. La última vez porque me lo robaron en un bus. Qué alegría saber que aún quedan románticos ladrones de libro.


        

Qué ven y, por tanto, qué pueden opinar los estadounidenses del genocidio palestino


El padre palestino Magdi al-Samuli llora sobre los cuerpos de sus tres hijos muertos durante un bombardeo de la aviación israelí en Gaza. (Foto: AFP)

Ver para conocer. Conocer para comprender. Con esta máxima defino el trabajo del fotoperiodista y del videoperiodista. Pues bien, Periodistas en Guerra ha analizado el tratamiento mediático fotográfico que los dos principales periódicos norteamericanos realizaron el 5 de enero sobre el ataque israelí a Palestina, así como el caso de algunos medios españoles.

En el caso de los medios norteamericanos señala:

"Nótese que por cada fotografía del masivo ataque israelí y sus consecuencias hay cuatro o cinco fotos de las consecuencias de los cohetes caseros de Hamas sobre Israel. El resto son de alegres fotos de Navidad o de los tanques israelíes disparando sobre no se ve quién. Tampoco publican casi ninguna de las fotos mas impresionantes sobre las consecuencias del ataque sobre Gaza servidas por las agencias de noticias a todos los medios internacionales. Ninguno de los dos principales diarios norteamericanos publica en su portada como noticia principal el ataque y sus consecuencias sobre Gaza, y mucho menos menos una fotografía sobre el tema".

The Washington Post.

The New York Times

Muy diferente a la edición en algunos diarios españoles

El Mundo

20minutos

Otros medios españoles publican muchas fotografías sin aparente edición fotoperiodística.

Y referencia a El oyente para explicar las consecuencias de estos enfoques:
"Diferentes formas de mostrar el conflicto a los ciudadanos que formarán la opinión pública en función de la información que reciben y por tanto la presión que recibiran sus gobiernos para fijar su posición y acción sobre este conflicto".

Esta ha sido la edición de fotografías en Periodistas en Guerra del día antes de Reyes y la de los días anteriores

El mundo de la cultura se hace oir sobre el genocidio palestino

En el anterior post buscaba vías para hacer oir nuestra voz frente al genocidio palestino. Un numeroso grupo de artistas reconocidos ya se ha hecho oir alto y claro. Además de denunciar la imagen falsa y distorsionada que se está dando del conflicto, exigen al gobierno español, entre otras cosas, que llame a consulta al embajador Español en Israel hasta que se detenga la ofensiva criminal hacia Palestina, así como que que negocie la entrada de informadores internacionales en toda la zona.

Y más...

Está claro que el peso social y mediático del mundo de la cultura es grande y, por ello, es de agradecer que se hayan manifestado con tanta contundencia. Se me ocurre, que como segundo paso, crear una plataforma que nos albergue a todos los que compartimos esta posición. La unión hace la fuerza y, en este caso, la urgencia es total.

COMUNICADO URGENTE AL GOBIERNO ESPAÑOL

Los firmantes de este comunicado, pertenecientes al mundo de la Cultura, declaran su indignación por la imagen falsa y distorsionada que se está dando del conflicto palestino-israelí.
El detonante de la violencia es la ocupación israelí.Israel sigue avanzando e invadiendo territorios de los palestinos en lugar de replegarse a las fronteras del 67. Está humillando, deteniendo, hiriendo y matando, todos los días a niños, mujeres y hombres por toda Cisjordania. Hay bloqueo en ciudades como Nablus y Hebrón, desde hace 8 años e incursiones del ejercito todas las noches. Gaza es un campo de concentración asediado por tierra, mar y aire desde hace mucho tiempo.
A los palestinos se les derriban casas, se les niega el agua, la luz, el paso a los hospitales, a las escuelas, a los huertos… mientras la Comunidad Internacional lo permite.
Israel es el país que más incumple las resoluciones de la ONU, que menos respeta los Derechos Humanos. Ya el 6 de noviembre pasado, Israel sacó una normativa que prohibía la entrada en Gaza de informadores extranjeros, ¿es esa la libertad de expresión que la Comunidad Internacional apoya?
Israel es un país ocupante que ejerce prácticas de terrorismo de estado.
Exigimos, en nombre de la ética y la moral, a la Comunidad Internacional que envíe fuerzas de interposición, y obligue a negociar para lograr una paz justa, con la creación de dos Estados y que Israel derribe el muro.

Los firmantes estamos en contra del uso de la violencia de todas las partes y exigimos a nuestro gobierno llamar a consulta al embajador Español en Israel hasta que se detenga la ofensiva criminal hacia Palestina, como prueba contundente del rechazo que sentimos por las acciones desmesuradas del ataque israelí, y que negocie la entrada de informadores internacionales en toda la zona.

FIRMADO:

Amaral (Juan y Eva), Javier Bardem, Rosa Mª Sardá, Emilio Gutierrez Caba, Verónica Forqué, Fernando Colomo, Iciar Bollaín, Juan Diego Botto, Pilar Bardem, Fernando Guillén Cuervo, Mercedes Sampietro, Benito Zambrano, Lola Dueñas, Genma Cuervo, Ana Fernandez, Silvia Abascal, Laia Marull, Dani Guzmán, Natalia Dicenta, Isabel Ordaz, Vicky Peña, Ruth Gabriel, Paul Laverty, Dafne Fernandez, Ramón Pons, Marina Rossell, Javier Ruibal, Carmen París, Luis Pastor, Mercedes Ferrer, Javier Corcuera, Mercedes Lezcano, Pilar Ordoñez, Gerardo Olivares, Ana Rossetti, Carlos Bardem, Rosa Regás, Alberto Comesaña, Vampirella, Beatriz de la Gandara, Javier Coronas, Álvaro Longoria, Ana Arias, Yoima Valdés, Julia Trujillo, Lidia San José, Manuel Gallardo, Paca Gabaldón, Claudia Gravi, Ana Mª Barbani, Olga Rodríguez, Lourdes Guerra, Juana Ginzo, Mónica Cano, Paloma Paso Jardiel, Cristina Narea, Judith Mateo, Beatriz Bergamin, Esmeralda Grao, Vicky Luna, Inés Morales, Jorge Bosso, Ana Garrido, Ana Lezcano, José Infante, Esther García, Juanma Pagazaurtundua, Fernando Íñiguez, Alicia Rosell, Francisco Cenamor, Ricardo Gómez, Antonio Polo, Lucía Álvarez, Muhsin Al-Ramli, Jordi Gratacòs i Rigall, Jesús Eguía Armenteros, Juan Millares Alonso, Mateo de Paz, Aurora Alcrudo de Andrés, Rosa Fuster, Pedro Ordóñez, Lola Cordón, Luis Luna, Lourdes de Abajo, Sónnica Yepes, Teresa Cortes, Elena Folle, Gloria Muñoz, José Antonio Ortega, Pep Molina, Vicens Lozano, Carola Perez, Ana Rodríguez, Tenorio Sánchez, Julio Mas Alcaraz, Pilar Casas Villodre, José Ramón Ripoll, Bruno Galindo, Bahia Bakala, Yolanda Agudo, Rubén Caravaca, Juan Rebenaque Domínguez.

Vía Cristina Narea


5 de enero de 2009

¡Exigimos PAZ en Palestina hoy!

El genocidio continúa en Palestina. Así como el desasosiego en grandes sectores de la sociedad internacional por no encontrar la vía para luchar contra este derrame de sangre diario. Los ciudadanos nos encontramos con unos muros invisibles, con una falta absoluta de mecanismos eficaces para erigir nuestra voz, para participar activamente en el funcionamiento de nuestro mundo. Queremos que nuestra opinión cuente cuando decimos "es inadmisible", queremos que nuestros representantes públicos conozcan y, sobre todo, representen nuestras posiciones ante los acontecimientos. Y sin embargo, no paramos de preguntarnos cómo hacerlo, cómo acabar con una falacia de democracia que da la espalda a una participación real que hoy es posible gracias a las nuevas tecnologías.

Como bien explica hoy Rosa J. C. en El País, las redes sociales por internet se han convertido en un medio por el que los ciudadanos están encontrando un canal para expresarse. Sin embargo, su impacto aún no es tan grande ni tan visible como para ser tomado en cuenta por los dirigentes.

Y como bien dice Juanlu Sánchez, en esta tragedia el balón está sobre el tejado de los ciudadanos. Y yo, siguiendo con la jerarquía de elementos que participan en esta crisis, y que él perfectamente establece, me vuelvo a preguntar ¿Qué hacemos?. El boicot contra los productos israelíes es una de las formas tradicionales con las que se responde a estas situaciones a las que este Estado nos tiene acostumbrados. Pero su impacto a corto plazo es bastante pequeño, teniendo en cuenta que sería necesario la implicación de una gran cantidad de personas, las dificultades que conlleva desarrollar este hábito en los consumidores así como su falta de visibilidad inmediata.

Pero qué pasaría, por ejemplo, si, ¿puesto que los medios están tratando este tema con una equidistancia además de injusta irracional, hiciéramos un apagón de consumo informativo? ¿Qué pasaría si no compramos periódicos, si no visitamos las páginas webs de los periódicos españoles durante determinados días, si no vemos los informativos ni encendemos la radio? Entonces, quizás sí, les estaríamos enviando un mensaje claro a los medios y, a través de éstos a los políticos. ¿Qué pasaría si exigimos la retirada de la Embajada Israelí del territorio español? ¿Que pasaría si, una vez a la semana nos manifestamos ante los Ayuntamientos exigiéndoles que se posicionen? ¿Qué pasaría si de repente fuésemos nosotros los que asediásemos a los poderes públicos? Sabemos hacerlo perfectamente porque ya lo hicimos con motivo de la guerra de Irak. Podemos hacerlo porque España, frente a otros países, es pro-palestino mayoritariamente. Nos llamarán antisemitas, porque para algunos, esa es siempre la respuesta esclarecedora, la sentencia definitiva.

!Falso, falso y falso! Queremos justicia y si este engranaje político no ha contado con las vías para que los ciudadanos puedan participar de él, es que no es válido. Se buscarán vías alternativas. Pero nacerán alternativas para dejar de serlo. Nosotros los ciudadanos somos los que tenemos que estar dentro y si, entonces, no cabemos todos, entonces serán ellos los que sobren.

¡Paz en Palestina hoy!
Patricia Simón




3 de enero de 2009

Otro cuento navideño

    Vuelvo a casa tras unas vacaciones en esa otra casa que siempre será también mi casa. Y ahora de vuelta, y con conexión a internet, me gustaría alzar mi voz contra el genocidio palestino, contra el asesinato del inmigrante que intentaba cruzar la valla de Melilla por parte de la policía marroquí y contra mil injusticias asquerosas más que me iban llegando a mi rincón familiar. Pero no sé si serán las mil horas de viaje en autobús que me han traído de nuevo a Asturias, o que todo me sobrepasa más de lo que me atrevería a admitir, pero  el caso es que para empezar el año, os regalo un cuento navideño que escribí hace algunas semanas. Más naif, más aparentemente intrascendente, más suprimible que la mayoría de los posts que los amigos redactan hoy para decir que Basta ya de impunidad, de racismo, de genocidios, de enajenación, de barbarie, de muerte. 

       Pero como hay que pensar globalmente y actuar localmente, como todo lo pequeño tiene una fuerza atroz, como para cambiar el mundo tenemos que cambiar nuestro mundo, empiezo el año de Bestiarios con un cuento que sé, podría estar dándose en muchos de nuestros apacibles hogares, en muchas de nuestras idílicas vidas. Y son estas esperpénticas situaciones las que nos están dejando un poco tarados.

        
Otro cuento navideño

Había decidido, sin dedicarle demasiada atención a una decisión aparentemente tan concienzuda, que este año volvería a creer en la Navidad. Los niños, que ya no eran tan niños, habían decretado unilateralmente que las navidades eran una chorrada y este movimiento de posiciones le había cogido totalmente desprevenido. De repente, las estúpidas obligaciones que le acarreaban malestar con su mujer y solidaridad con sus amigos, eran una oportunidad para servirse útil, un papel asignado a priori que delimitaba muy bien su rol y que, por tanto, le otorgaba sentido a su paternidad. Pero los niños ya no creían en nada de esto y la mujer había decidido que lo mejor era regalarles un dinerito para que abriesen su primera cuenta bancaria, y aprendiesen así las ventajas de ahorrar para cuando realmente deseasen algo porque, después de hacer grandes esfuerzos, sólo habían logrado imaginar que deseaban una cazadora surfera, el niño, y unas zapatillas muy caras, la niña.

Así que cuando su mujer le dijo que estas navidades les darían los regalos en Nochebuena para que pudiesen "aprovecharlos", veáse lucirlos, durante las vacaciones, y que ya los tenía comprados -había ido con los niños y ellos mismos los habían elegidos-, el padre de familia se sintió absolutamente inútil, prescindible. Recordó con melancolía las primeras navidades como padre en las que ya en noviembre sabía perfectamente que encontraría la moto más bonita para su niño y la bicicleta con la cesta más bonita para su niña. Recordó cómo buscaba las mejores posiciones en las cabalgatas de los Reyes Magos para coger el mayor número de caramelos, cómo después escondía los juguetes en los altos de los armarios con un adorable y olvidado placer por el juego, y cómo después le costaba conciliar el sueño por ese olvidado gusanillo en el estómago. Y de repente le asaltó y dominó un poderoso aburrimiento y, minutos más tarde, una profunda tristeza. Pero, -y ahora se preguntaba por qué-, todos estos placeres se habían ido convirtiendo en un peñazo con los años, hasta convertirse en una obligación molesta, en un requisito impuesto por la sociedad que él cumplía sin ningún entusiasmo.

De repente, perdió todo interés por ir esa tarde a ver el fútbol con los amigos. Se abandonó en su sillón y empezó a observar la actividad de su casa desde una posición de extraño, de observador neutral. La "niña" organizaba sus vacaciones por teléfono con sus amigos y su mujer le daba permiso a su hijo para llegar esa noche más tarde. Se sintió un completo desconocido en ese ambiente. Y le sorprendió cómo, sin embargo, su mujer jugaba un papel protagonista en toda aquella dinámica. Su hija ahora le contaba que su mejor amiga tenía restringidas las salidas durante las fiestas por sus notas. Y la madre aprovechaba el caso para ejemplarizar los beneficios de haber estudiado durante el primer trimestre. 

¿En qué momento había quedado él desplazado de su hogar? ¿Por qué no venían a él a contarle todas esas cosas o a pedirle permiso para lo que fuese? ¿Por qué ya no les hacía ilusión los Reyes? El hombre se levanta del sofá sin saber muy bien a dónde se dirige. Anda como perdido, a pasos lentos con largas pausas. Pasa entre sus hijos y su mujer varias veces pero parece que nadie repara en su presencia y, mucho peor, en su estado.

Piensa en reorganizar ese desaguisado, en alzar la voz y preguntar si es que no existe para ellos, en echarles en cara su falta de agradecimiento. Pero no se siente con fuerzas. Y lo peor: no sabe por qué, pero tampoco se siente con derecho. Sigue andando -él más bien se siente levitar como una presencia paranormal entre su familia-. Se plantea hablar sosegadamente con ellos, explicarles que no puede ser, que estas fiestas son para estar con los seres queridos, para revivir la magia perdida. Pero inmediatamente se siente ridículo, se avergüenza de haberse planteado decirles estas cosas a sus hijos. Se reirían y le preguntarían si está enfermo, que dónde está su padre y que quién es ese señor que les cuenta esas milongas. 

En uno de estos paseos extravíados, se encuentra con su esposa agarrándole del brazo y preguntándole si le pasa algo. Él la mira, y de no sabe dónde, le surge un sentimiento de admiración hacia esa mujer que lleva tantos años estructurando, albergando, cuidando a sus hijos y a él mismo. Siente unas terribles ganas de llorar pero se dice que no, que no puede ser tan egoísta como para armar ahora la marimorena. Y le dice a su mujer que se va a ver el fútbol. Le da un beso en la mejilla cuidadoso, lento -y extraño para ella-. Se despide de la misma manera de sus hijos que le miran con sorpresa, pero también extrañamente conmovidos, lo que instintivamente les despierta una alarma de preocupación.

El padre de familia sale por la puerta. Ha olvidado el paraguas, pero no le importa. Empieza a andar y se descubre en la zona comercial de su ciudad. Entra en una tienda en la que normalmente no vería nada más allá que una masa de cosas inservibles. Pero hoy no. Hoy a primer golpe de vista ha visto un precioso abrigo que será aún más precioso cuando se lo ponga su hija. Sale de la tienda recordando cuando cogió por primera vez a su niña en brazos. Como le sobresaltó un pavor paralizante, cómo de repente sintió todo el peso del mundo sobre sus espaldas. Y cómo, inmediatamente, la felicidad con mayúsculas le embriagó al darse cuenta de que tenía en su regazo la mejor misión que se le había asignado, que esas manitas eran capaces de abrigar el mundo y regalárselo en bandeja, que era la primera vez que la vida depositaba en él la mayor de las confianzas y que él no sabía cómo darle las gracias. Y cómo miró entonces a su mujer y descubrió que ella era la vida misma, la que le hacía vivir ahora en su máxima potencia y a la que le debía sentirse el hombre más afortunado del mundo. 

Iba pensando en todo esto cuando de repente vio en un escaparate la cámara de foto que, ahora, sin lugar a dudas veía en las manos de su hijo. Entró a la tienda seguro de que éste era el regalo perfecto. Imagino la cara de su hijo, ese adolescente siempre malhumorado que hoy descubría como un muchacho perdido, desorientado pero con todas las potencialidades al alcance de sus manos. Y recordó cómo, cuando su cabecita apenas alcanzaba sus rodillas, paseaban de la mano por "El Muro" y le alzaba su mirada como si mirase al Empire State buscando su aprobación, buscando su sonrisa cuando le señalaba los aguerridos surferos que se atrevían a desafiar las olas. Ahora podría fotografiar a esos surferos con la maravillosa cámara de fotos que le acababa de comprar.

Cuando esa noche llegó a casa, los niños ya habían salido con sus amigos. Se los imagino medio borrachines, se imaginó a su hija coqueteando con algún muchacho y a su niño haciéndose el más gallito con sus compañeros de banda. Pero esta vez no sintió miedo. Parecía que hoy la melancolía lo embullía todo. Recordó cuando él mismo buscaba su sitio, su identidad jugando algún papel absurdo con sus amigos ahora desperdigados, perdidos. Recordó cuando vió por primera vez a su mujer y, siendo una niña, la miró con ojos de hombre y la descubrió hecha mujer. Y entonces decidió que no, que no esperaría al día de Reyes. Con una delicadeza desconocida, y ahora deliciosa, llevaba en sus manos temblorosas de emoción los regalos que, por primera vez, había pedido expresamente que envolviesen con un gran lazo. Entró en las habitaciones de sus hijos, mundos personalizados en los que deseaba adentrarse y conocer, aunque bien sabía que eso nunca sería posible. Entró y colocó con cuidado los regalos en las almohadas. Echó un último vistazo a los posters, las fotografías y los juguetes de un tiempo no tan lejano. Se metió en la cama y abrazo a su mujer con caricias renovadas, olvidadas. Y, suavemente, mientras se sumergían en la hondonada de su amor, le susurró al oído "Feliz Navidad". 

¿Y qué pasaría si hubiese una posdata?

P.D: Cuando la niña llegó a casa y encontró el abrigo, pensó que era un regalo de su madrina, que siempre se adelantaba para que pudiera aprovecharlo durante las fiestas. Estuvo a punto de meter la pata cuando su padre le preguntó si le había gustado. Pero el súbito interés mostrado por el padre le hizo intuir que algo había cambiado y no sabía por qué, pero ese abrigo ahora empezaba a gustarle. Cuando el "niño" se despertó y descubrió en una esquina de su cama la cámara se preguntó quién se la podría haber regalado si él ya tenía una mucho más útil, la que traía el móvil. Pero su hermana le contó las novedades antes de que su padre entrase en la habitación para decirle que había comprado churros y que su madre había preparado chocolate. Y su hijo plasmó el instante con la primera de las muchas fotografías que haría aquella navidad.