21 de mayo de 2006

Un brindis

Subida a los tacones de charol verde pistacho camino sintiendo los pasos, dibujando un trazo en las piedras de mi barrio Cimadevilla. Sin pensarlo, giro a la izquierda y me siento en la Plaza del Amor. Pienso en las pinzas de madera de tender la ropa. Veo una colada tendida en un balcón en la que ondean en la brisa marina retratos de mis pilares. Mi familia, mis amigos, mi enamorado. Y me los imagino todos juntos, en la Plaza. Una mesa de madera, en medio una botella de sidra y, alrededor, todos ellos, que soy yo. Llamo por teléfono a mi hermana. Nos contamos las cosas que no aparecerían en una biografía. Lo que más hecho de menos. Llamo a mi madre. Nos reímos, nos decimos cuánto nos queremos y nos echamos de menos. Llamo a Lydia. Está en una rueda de prensa. Hoy no podrá ser. Pensaba que me cogería el teléfono y que, de pronto, escucharía su voz muy cerca. Pensaba que estaría aquí, en Gijón. Llamo a Lola. Contestador Automático. Me esperan. Tengo que dejar la plaza del Amor. Aquí he visto las fotos más hermosas. Aquellas que sólo retienen mis pupilas. Padres, hijos, abuelos, perros, palomas, corchos de botellas que ahora son risas,… Todos jugando con la vida. Haciendole cosquillitas. La música: un acento sin complejos. Vuelvo a danzar por mis calles. Click, clack,click, clack. ¿Qué íntima tentación tendremos las mujeres con los tacones?. ¿Quizás la búsqueda de la feminidad que los años nos fueron limando? De fondo, Lucía. Una anciana esclavizada por el miedo que la guerra civil le dejó a quemarropa. Saco las llaves del bolso. Escucho la voz de Javier. Me siento en sus rodillas y balanceo mis piernas. Recuesto mi rostro en su hombro. Me pregunta qué tal todo. Le propongo un brindis con vino gaditano. Por la Plaza del Amor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

!!!!!!!!!!Mu bonito, sí... "Llamo a Lydia.... Llamo a Lola...." De mí no te acuerdas ya ???
mmmmmmmmmm...

Anónimo dijo...

En los dos lo mismooooo!!!! Brujaaaaaaaaaaaaaaa ajajajajaja

Patri

Anónimo dijo...

mi voz estará siempre cerca aunque se interpongan los tonos interminables de las llamadas sin respuesta o los absurdos contestadores automáticos. beso desde la sartén hispalense

Lalola dijo...

putos móviles... o no...
besos siempre