22 de noviembre de 2005

Hace un año...

!Juzguénme todos! No ofreceré resistencia. Arranco todas las pieles que me disteís como coraza. Expongo mi sombra en la que sólo queda mi pulso vital. Desgarrad mis vestidos, mis palabras, mis silencios, mis risas y mis lágrimas. Quemarlas y enterrad las cenizas. Dejad secar al sol mis recuerdos. Dadles de comer los restos a los cuervos. Abolid el amor institivo. Renegad el perdón cristiano. Desautorizad el olvido conciliador.

!Juzguénme todos! Mantengan firme la mirada frente a mi único desnudo verdadero. Después, recorránme, sin reparos, sin tapujos. Palpen, husmeen, sumérjanse en mi indefensión más deseada. Húmedos y, ahora también, desconocidos, no escondan sus miradas. Desinventada en vuestra engendración, altiva en la cumbre de mi nueva sombra, libre en el vuelo sin lastres…


Patricia Simón
Febrero 2005

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