26 de noviembre de 2008

Capital, recurso, orgullo y prejuicio

     Me llega que el parlamento español  y los pasillos de éste están revueltos por la posible compra de una parte de Repson por parte de Lukoil . Si bien puedo entender que, de repente haya surgido un proteccionismo hacia el sector de la energía, que la derecha pida con urgencia la intervención del Estado en el mercado libre, que los ciudadanos entrevistados por los medios expresen su malestar porque "nuestra compañía" vaya a caer en manos de la empresa rusa y que, con el poder que este país tiene en el suministro energético a Europa y el perfil poco agraciado que tiene el señor Putin, a ninguno nos haga demasiada gracia esta posibilidad.

    Pero lo que más gracia me hace, es la asunción por parte de todos de que la posesión del capital es más legítimo que la posesión del recurso que representa ese capital.  ¿Cómo es posible que todos manifestemos nuestro malestar porque determinados señores con nacionalidad española pierdan el control total sobre un capital que procede de unos recursos que no tenemos y que expoliamos a otros países? ¿Cómo hemos llegado a asumir con tanta naturalidad a Repsol como una empresa de todos los españoles, cuando su riqueza no es española? 

     Lo dicho: aquí sobra orgullo español, prejuicios, mucho capital y faltan recursos propios. 

No hay comentarios: